Estupendo viajecito, por fin he conocido una de las ciudades que más ganas tenía de conocer. Nos fuimos Marino y yo con Alberto y Lola. Con ellos es imposible dejarse algo sin ver, son estupendos organizadores e incansables por lo que el éxito en los viajes está garantizado. No creo que se pueda ver más en el tiempo que hemos estado allí. Hay muchas cosas para impresionar pero la Torre Eiffel es especial, ni que decir Notre Dame y el Sacré Coeur, y sin orden el Louvre, la Madeleine, Sainte Chapelle, El Palacio de la Opera, El Arco del Triunfo y sus avenidas, sus plazas, la más la de los Vosges, los jardines el espectacular de Luxemburgo, el río y los paseos en barco, y ... mucho más.
No me llamó la atención el Metro que en eso puede presumir y mucho Madrid. También comparé mucho la suciedad porque están a la par. La bebida carísima y la comida otro tanto, bueno la vida en general porque la ropa en rebajas era como tres veces más cara que aquí. Sufrimos un poco con el calor, los días han sido de los raros en París y no están preparados para las altas temperaturas. El hotel estaba muy bien situado y sin florituras, discretito pero limpio y el personal atento. Regresamos con ampollas en los pies pero encantados del viajecito que es de los que gustan y de los que dejan mella.