Nos fuimos el 20 porque Marino se empeñó en hacer matanza y se nos unieron Gela y Teo y Piedad y Urbano. Compramos un cerdo de 153 kl. para las tres parejas y quedamos para el 21 ir a Morañuela a recogerlo. Nosotros nos anticipamos un día para tener preparado todo lo necesario para la ocasión. Todo salió bien, tuvimos algunas ayudas, el primo Jesús la más preciada pero también, la abuela y Carmen y tía Laura, Flori y Macu. Urba serró una puerta para convertirla en mesa y me lo regaló, cosa que agradecí un montón porque llevaba mucho tiempo con ganas de un tablero amanable para comer 4 o 6 personas. El domingo a las 5 de la tarde teníamos todo ya colgado y a la espera de que se seque bien y lo podamos disfrutar. Los tres días comimos del cerdo y todo nos parecía de lo bueno lo mejor. El sábado se nos unieron a comer Marta, Alicia y Dani, nos alegró mucho su compañía y lo pasamos estupendamente.
El lunes nos quedamos solos y nos dedicamos a otros menesteres, lo primero a abrir un hueco en la habitación de arriba para subir el calor de la chimenea, nos ayudó Enrique y por la tarde quedó terminado. El martes cambiamos las habitaciones y nos ubicamos en la calentita, se estaba que daba gusto, hemos conseguido que la casa cambie de ambiente, daba gusto pasearse por ella. Ahora me falta comprar un cabecero para acoplar a la cama grande y dejarlo estupendamente.
El miércoles apareció por allí Alberto, el de Lola y me llevó otro regalito que me encantó, un pluviómetro, es monísimo y lo dejé colocado en la huerta, ahora estoy deseando de poder usarlo, espero que llueva pronto para estrenarlo. Marino se dedicó a hacer leña y dejó preparado un montoncito bueno, limpió un mimbrón de Juanito y Mari Carmen. Por la tarde nos fuimos a Fontiveros a ver un coche antigua que se ha comprado Teo, un Mercedes de no se que año y que ahora va a arreglar para pasear con él.
En fin que aunque ha hecho mucho frío no hemos parado y que ha sido una semana aprovechadísima y que he regresado muy contenta por la obra y los regalos que siempre hacen mucha ilusión.