Hoy era el primer día de vacaciones de Marina y le había prometido llevarla a montar al Teleférico y a las 9,30 estábamos camino de Madrid. Cuando hemos llegado hemos descubierto que no empezaba a funcionar hasta las 12 así que hemos aprovechado para dar una vuelta por la rosaleda del Parque del Oeste, donde está el teleférico. Estaba todo precioso y hacía un día bueno para andar por la sombrita que había mucha. Después de un paseo y unas fotos hemos montado en la cabina que nos llevaría hasta la Casa de Campo, pero se ha negado a funcionar y hemos tenido que bajarnos y otro paseito ahora al Templo de Debod, que nos ha gustado mucho tanto por dentro como los alrededores. Nos han contado que lo trajeron de Egipto piedra a piedra.
Pinto ha aparecido por allí a la una y pico justo en el momento que empezaba a funcionar el teleférico, Marina estaba nerviosa del todo de pensar si se tenía que ir sin montar después de la ilusión que le había puesto al tema pero al final se cumplió su deseo y pudimos hacer el viajecito. Madrid es muy bonito para verlo desde cualquier sitio y la panorámica de las alturas es increíble. El paso por el Manzanares es espectacular y se divisa una parte amplia de Madrid.
Pinto ha aparecido por allí a la una y pico justo en el momento que empezaba a funcionar el teleférico, Marina estaba nerviosa del todo de pensar si se tenía que ir sin montar después de la ilusión que le había puesto al tema pero al final se cumplió su deseo y pudimos hacer el viajecito. Madrid es muy bonito para verlo desde cualquier sitio y la panorámica de las alturas es increíble. El paso por el Manzanares es espectacular y se divisa una parte amplia de Madrid.
Después un heladito y de vuelta a casa, hemos venido la mar de contentas las dos, hemos pasado una mañana muy agradable.