Los primeros tomates y calabazas
Aspecto de la viña
Despedimos el mes en Villaflor con una cena, como no, en el garaje entre nuestra familia y la de Alberto, unos pocos de cada, por parte de ellos el matrimonio y una hermana, por la nuestra nosotros, Gela y Teo y Carmen. Ellos traen el bonito de Laredo, que está buenísimos y nosotros la carne, repartimos la ensalada y los vinos. Pasamos un rato bueno que es lo que importa y hasta la próxima.
Empezó el mes de septiembre con ingreso del abuelo en el hospital pero con suerte esta vez, le entendieron a la primera y salió a los 10 días bastante decente, otro aspecto y otro ánimo. Esperemos que dure mucho.
Marino cogió un día por el ingreso de su padre y nos fuimos el jueves4 por la tarde al hospital no sin antes pasar por el tanatorio de Alcalá, el miércoles nos dejó por un infarto Alfonso y lo sentimos mucho, en el trato que teníamos con él nos parecía una buena persona, agradable, siempre alegre y con ganas de juerga, como no íbamos a estar el día del entierre aprovechamos para dar un beso a Manoli.
Al llegar a Ávila después de ver al abuelo, que me pareció que estaba mejor, me fui a echar gasoil al coche y me echaron gasolina, otro disgusto del día, menos mal que lo sacaron y punto. Hay días que mejor no levantarse. En Ávila hacía mucho frío, por la noche el termómetro bajo a los 6 grados. Miedo teníamos por los tomates, encima de no ponerse rojos ahora se pueden hasta helar, hemos cogido los primeros rojos el día 4 pero poquitos, poquitos.
El resto de los días salvo la celebración del cumple de Lucio sin pena ni gloria, el 12 volvimos por el pueblo un poco más de cosas maduras, calabazas, tomates, pepinos, pimientos, calabacines. Por fin se puede hacer pisto, su trabajito le ha costado.
El sábado 13 nos volvemos para Alcalá porque el Domingo salimos para Galicia a un balneario, no hemos ido nunca y yo no espero demasiado del balneario estoy más animada por el hecho de ir a Galicia que siempre es un placer.